Jueves. Tras desayunar, ducharme y vestirme me propongo no salir del edificio sin averiguar algo.
Minutos más tarde abro y salgo al rellano de la segunda planta del edifico. Me fascina pensar lo dificil que resultaba hacer esto anoche. Da igual. No sé a que puerta llamar. Pensar que parezco una loca es inquietante y me pregunto si lo habrá oído alguien más. Voy a casa de Montse, mi vecina favorita, la de al lado. Montse no está. Vamos bién.
Bajo (no me atrevo a subir). Llamo a la puerta del primero y tras 15 segundos de notar como da vueltas la mirilla ante mi, abre Paquita (la que se pasa el dia discutiendo con su hermano pero las farras se las pegan igual). Me presenta a Casper (El perro). Le pregunto si ha oído gritos por la noche.
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Paquita: ¿Esta noche? Mmm… si oí como a alguien llorar.
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Yo: ¿Y gritos no?
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Paquita (Cara de culpabilidad): ¿Sabes que pasa? Yo pensaba que era la chica que vivia antes en tu piso. Era un poco rara, ¿sabes? Tenia una amiga… y se las oía… y subí y nos enfadamos. Bueno, no nos discutimos eh, sólo que… claro, se las oía discutirse… y otras cosas… y tras «hablar» se fueron. Pero no se fueron por hablar conmigo ¡eh!, se fueron al poco pero no se porque. Ahora veo que no eran ellas».
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Yo: No no, yo creo que es encima mio, en el tercero, es decir dos pisos más arriba.
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Paquita: ¡Nooo! ¡Allí no!
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Yo: Ah, ¿no? ¿Entonces sabe quién vive ahí?
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Paquita: No.
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Yo: Ah…Ok… Probaré a contárselo a la presidenta de la escalera a ver…
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Paquita: ¡Aquella…! A mi nunca me abre la puerta…si tú lo consigues…
Cierra la puerta.
Ok, en dos minutos nos hemos enterado que Paquita es una señora a la que no le gustan las lesbianas y que gracias a Diós también lo oye (loca no estoy), pero asegura que los del tercero no son sin saber quién vive allí. Además oye más los llantos que los gritos, cosa un poco estraña, ¿no? Finalmente, por algún motivo la presidenta no le abre la puerta, ¿Sera lesbiana?
Reflexiono. No he conseguido nada, así que subiré hasta el cuarto. Paso por el tercero. Me paro ante su puerta y me imagino unos ojos saltones apuntándome. Me armo de valor y pico. Si abre resolveremos rápido el misterio. Diez, nueve, tensión, siete, seis, cinco, tensión, tres… 2…1… ¡Nada! Pues nada, sigo subiendo. Ya en el cuarto pico a casa de la presidenta. Susto. Un hombre de unos 85 años con un pie en el nirvana me abre la puerta. Su aspecto arrugado y extremadamente grisaceo da un poco de yuyu. Me comenta con una vocecilla de cuento que es el marido de la presidenta (el próximo presidente) y yo haciendo ver que hablo con un mortal le cuento lo sucedido. Me dice que él no ha oído nada.
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Pre-cadaver: ¿Sabes que podemos hacer? La próxima vez que lo oigas, sales al rellano y averiguas si viene del tercero o no, así podemos hacer algo al respecto.
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Yo: ¿Pero usted sabe quién vive en el tercero?
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Pre-cadaver: No.
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Yo: Mm…¿Y la señora que vive justo a su lado no lo habrá oído? Si yo que estoy justo debajo lo oigo, la de justo arriba debería, ¿no?
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Pre-cadaver: ¡Ah…! ¡Eva es sorda!
Finalizamos la conversación y me bajo de nuevo. Claramente deberían dar un tour por los pisos vecinos cuando te enseñan uno… Decido irme al trabajo, ya insitiré más tarde.
Llegando al hall principal oigo una puerta. Me paro y miro por el hueco de las escaleras, es un hombre. A riesgo de que sea él, lo esperaré y le preguntaré si también lo ha oído.
Un chaval de unos 30 y algo aparece. Se ve jóven a pesar de las canas.
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Yo: Oye, una pregunta. ¿Tú has oido gritos esta noche?
Cara de susto. Cara de sorprendido. Cara de «¡Oh! ¡Una mujer!»
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Cara de «Oh una mujer!»: ¡No! He dormido muy bién (sonrisilla).
Os ahorarré los minutos en que me cuenta que desde que superó la pulmonía duerme como un lirón. No parecía él. Sin embargo, tendría que haberlo oído si o si. Es quien vive justo al lado. No entiendo nada, me voy al trabajo.
(…)
Me tiro todo el día contando mi aventura con los del curro. Montamos conspiraciones y posibles maneras de atacar al enemigo. Nos echamos unas risas y vuelvo con fuerzas ¡Como le oiga le salgo a buscar! Al llegar vuelvo a mirar la puerta de Montse. Con la posición enrollada del felpudo me ilumino, ¡Esta de vacaciones! Cojonudo, ¿Cómo se va a enterar nadie si Montse no está, Eva es sorda y pre-cadaver a las cuatro de la madrugada estaría de cháchara con Diós? ¡¿Cómo?! Lo más curioso es que nadie sepa quién vive en el tercero, que yo oiga un hombre y Paquita una mujer y que a pesar de no saber quién vive en el tercero Paquita me diga que seguro que no viene de alli. No entiendo nada… ¿Esconden algo?
(…)
22:14 h Llaman a la puerta.
Tanto miedo tanto miedo y abro sin ni mirar por la mirilla. Lo pienso cuando ya casi he abierto de palmo a palmo. Una señora bajita con gafillas me mira sonriente.
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Incognita: ¡Hola!! ¡Soy la presidenta!!!
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Yo: ¡Oh! ¡Encantada!
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Presidenta: Mi marido me ha contado lo sucedido, me sabe muy mal que hayas pasado por esto sola. He estado investigando. Eva dice que también lo ha oido. Ella está segura que es la del tercero, no la ha visto nunca pero asegura que está loca. Dice que siempre llega muy tarde y que mueve los muebles de noche. Además, de vez en cuando también la oye gritar en sueños…. Si lo vuelvas a oir llámame a la hora que sea y saldremos todos a ver que pasa. Me da su móvil.
Cierro la puerta. Me alivia que alguien me ofrezca ayuda por si se repite el episodio. En cambio, al irse, mi mente se vuelve a poner en marcha: ¿No representa que la presidenta era tan borde? A mi me ha parecido muy amable. ¿Porque nadie sabe quién vive en el tercero? ¿Porque Paquita y Eva oyen una mujer y yo un hombre jóven? Y sobretodo… ¡¿EVA NO ERA SORDA?!
Pásados unos minutos decido hacerme un esquema del bloque (Lo tenéis en la foto del post) dónde pretendo situar a los vecinos que conozco en sus respectivos pisos a ver si así descubro quién puede ser el/la del tercero.
(Llegados a este punto os invitaría a que os leyerais el capítulo 9 «Sé dónde vives» dónde en su momento hice una descripción de los vecinos que conocía del bloque. A ver si llegais a la misma conclusión. Sé que te da pereza, pero te aseguro que el cuerpo no se te queda indiferente…)
Si lo habéis hecho estariamos de acuerdo en que…
– El hombre que habla con su amigo imaginario es el mismo Jesús, hermano de Paquita, que en sus ratos muertos discute con Casper, al parecer un perro tímido que no ladra demasiado. Entonces… nos quedan dos, ¿Lo veis, no? ¿Vuestra mente esta llegando a la misma alarmante conclusión que la mia?
– El de arriba, al que oía en muy mal estado, parece ser que era Toni alias ¡Oh! ¡Una mujer! Quién padeció una pulmonia que casi lo fulmina, pero que ahora, tras superarla duerme como un lirón.
Entonces… A pesar de lo que oigan las señoras… Si yo juraría que se trata de un chico jóven… Eva dice que siempre le oye llegar tarde… y teniéndo en cuenta que no queda ni un sólo hueco más donde meterlo en el esquema…y que siempre que le veo está bajando de algún piso superior al mio… ¿El loco del bloque es…? ¡NO PUEDE SER! ¡No quiero volverlo a pensar! I-L-U-M-I-N-A-C-I-Ó-N ¿¿El guapo del bloque es el loco del bloquee?? Muerte cerebral…
00:48 Cierro la luz con tensión… me imagino a ese chaval guapetón que un día me encontré a las dos de la madrugada en la puerta del edificio abriendo los ojos más de lo necesario antes de darle al interruptor ¿Dormiré hoy?