Hora de perdonar

¿Quién no debe dinero a alguien? Un crédito, un alquiler, un proveedor, una factura, un pago… ¿Quieres cifras? 1 de cada 4 españoles vive hipotecado, el 25% tiene un crédito al consumo, casi el 20% vivimos de alquiler y el 80% de los que viven de alquiler lo hacen porque no tienen dinero para comprarse una casa. Si vives en España, quizás no tú pero, muy cerca tienes a gente que si deja de cobrar deja de pagar.

Señores, hagamos el favor, ayudar no es salir a aplaudir cada día a las 20h. Eso está muy bien, pero hay gente en su casa, gente honrada que ha trabajo durante toda su vida, que luchan por llevar su vida adelante y que ahora no sólo están en el paro sino que además no pueden salir a buscarse la vida. Si existe una situación que podemos entender todos, yo creo que ES ESTA. No te están tomando el pelo, no tienen dinero. No hay más.

¿Podríamos dejar de ser tan hipócritas? Aplazar no es ayudar. ¿Cómo va a pagar alguién a finales de año todos lo pagos aplazados de un año en que ha generado 0? No vale aplazar en esta situación, TODOS sabemos que la persona que no puede pagar NO INGRESA. No es que no quiera, no es que te la esté metiendo doblada, no ingresa. No puede abrir la tienda, no puede puede ejercer, hacer su oficio, NO INGRESA.

Está a punto de pasar un mes, es AHORA cuando mucha gente se ve en la cuerda floja. ¿Te imaginas verte en esta situación? Empatiza por un momento: a medio ERTE, aún sin cobrar ningún subsidio, sin poder salir más que para ir a pedir un crédito que no sabes cómo devolverás, la cuenta a 0 y la nevera vacia? ¿Tú priorizarías el pago de la hipoteca a la comida de tus hijos? Ya esta bien, ¿no?

Dejemos de lado la codicia, el egocentrismo y hagamos lo que nuestro sistema no quiere: PERDONAR.

  • Si eres propietario de casas y las tienes en alquiler pregunta quién no ha podido cobrar este mes y vive de los que puedan seguir pagando. Y a los demás, no les ofrezcas “alternativas” PERDONALES EL PAGO.  Nadie te va a perder el respeto por parece humano.

 

  • Si tienes un local o varios y puedes vivir de tu trabajo, o de la renta de solo uno de ellos, no les ofrezcas «aplazar», PERDONA. Les conoces, no te están tomando el pelo, ¡mira la tele!

 

  • Si tienes pensión, paro, nómina, si cobras ALGO, perdona a quien veas o creas que lo puede necesitar ¡PERDONA!

 

  • Si eres un gimnasio, empresa, si ofreces un servicio a cambio de una cuota, si te lo puedes permitir, quizás no puedas perdonar pero si podrás rebajar el precio al de supervivencia del negocio, ¿no?

 

¡Perdonar joder! Ya sé que no es capitalista, ya sé que podríamos tener más en casa, pero son dos o tres meses a lo sumo, VIVE CON POCO que los hay que no tienen NADA.

Dejar de abrazar la opción de aplazar. Eso es perpetuar la mierda, eso es hundir el sistema que tanto os gusta. El objetivo es generar la menor deuda posible y aplazar es pan para hoy hostia para Octubre. Perdonar, es pan para hoy y pan para mañana. Aplazar es volver a empezar en negativo, Perdonar es empezar de cero.  Es lo mínimo, ¿no?

No esperes nada a cambio. No esperes que alguien empiece contigo, no conoces la situación de los demás, deja el orgullo a un lado y llama a tus inquilinos “Oye, este mes no hace falta, ya hablaremos cuando esto pase, ¿ok?”. Te lo digo yo que esta semana he recibido esa llamada y he podido contestar “Tranquila, podremos pagarlo” pero justo quien necesita esa llamada, no la recibe.

Quedarte en casa esta en tus manos, aplaudir y agradecer esta en tus manos, llenarte las boca de exigencias y rencores está en tus manos, hacer algo real y que repercuta TAMBIÉN.

Yo no soy religiosa y este post me ha quedado muy deboto, pero en lo que si creo es que queda mucha gente buena y estos días se esta demostrando. ¿Te acuerdas de cuando te decían que los Reyes lo veían todo durante todo el año? Pues perdonar hoy ayudará a que todos tengamos una buena Navidad… y lo sabes.

Todos nos acordaremos de quien nos ayudó y quien no en estos momentos…. es así. Si perdonas te repercutirá y si aplazas también.

Espero que no tengas que acordarte de mi en Navidad, cuando hayas pasado de todo y tu local esté vacio o tu primo te pida dinero porque no puede devolver el crédito y/o nadie quiera comprarte el piso que querías vendernos a precio de oro 😉

Feliz confinamiento, cada día más cerca de podernos mirar a la cara.

Mentiras

Una tras otra las mentiras que te decías ti mismo, las que le soltabas a tu pareja, y en general, las que sustentaban nuestro sistema van quedando al descubierto a medida que avanza el confinamiento.

Ya estamos en la tercera semana de clausura y a estas alturas es probable que las horas de lluvia te dispongan a hacerte alguna que otra pregunta: ¿Porque mi marido insiste en que vaya yo al súper? ¿Cuantos muertos hubieron en realidad en China? o ¿Está el vecino buenorro infectado?

Por áreas, yo creo que tarde o temprano todos pasaremos por mínimo cinco de las siguientes preguntas:

  • Maquillaje: ¿Te sigues maquillando? Si no lo haces y eres de las que decía que se maquillaba para sí misma y no para gustar a los demás, ¿por qué no lo haces ahora? Y si lo haces… ¿es por si te hacen una videollamada o porque te apetece?

 

  • Sociedad: ¿En qué momento de la cuarentena se han grabado TODOS los anuncios de marcas diciendo que están a nuestro lado? ¿Cambiamos el himno nacional por el Flying free? ¿Subirá la media de peso española en 5k? ¿Por que llueve cada lunes?

 

  • Pareja: ¿Ha conseguido el confinamiento hacer vuestra relación más fuerte? ¿O sois una de las tantas parejas que se han dado cuenta que su vínculo era una mentira? Es más, ¿puede ser que en estos momentos te estés dando cuenta que echas de menos a alguien a quién no creyeras que tuvieras tanto aprecio…?

 

  • Vicios: Me pregunto yo… ¿sera buena la cuarentena para frenar a todas aquellas personas que acudían día sí día también a la máquina del bar? ¿O será mejor para todas aquellas webs que aprovecharán para ganar adeptos? Quizás es ahora cuando un familiar se va a dar cuenta de tu debilidad…

 

  • ¿Qué pasará ahora con todos esos amantes que estarán un tiempo sin verse? ¿Resistirán?

 

  • ¿Y los amigos? ¿Te has dado cuenta que hay gente de la que no sabes nada? ¿Es más, te has dado cuenta que hay gente de la que no te habías acordado hasta ahora? Que tienes amigos con los que te llamas pero no sabes ni de qué hablar y amigos que incluso en cuarentena os montais un debate por el que Telecinco os daría un sueldo?

 

  • Empresa: Tema empresa estoy por no tocarlo porque ya bastante tienen los afectados por los ERTES, pero vamos que esta situación sacará a la luz la mierda de más de una (empresa)… no hay duda.

 

  • Familia: ¿Mejor con o sin ellos? Pensar que alguno está encontrando su libertad a través del confinamiento… Volverá después a las comidas del domingo? O será la excusa para anularlas? ¿Con que excusa dejas de coger ahora el teléfono?

 

  • Gobierno: ¿Todo esto es un descuido o es intencionado? ¿Saben lo que hacen o no tienen ni zorra? ¿Nos matan porque sobra gente o para acabar con el capitalismo? ¿Porque se han aparcado todos los temas que antes eran “vitales” en las noticias? ¿Seguro que han dejado de serlo? ¿Por que Google cuenta que se reciben señales constantes des del espacio y nadie sabe quién las hace? ¿Alguien ha calculado que 9.000 ancianos fallecidos por 500 euros al mes de pensión (unos más otros menos) son 4.500.000 € de ahorro al mes? ¿54.000.000 € al año? ¿O les servirá este circo para decir que ya no pueden pagar las pensiones de nuestros abuelos? ¿Por que carajo se anula todo pero ni siquiera se aplaza 15 días la declaración de hacienda?

 

  • Futuro: ¿Después de todo esto que? ¿El día que esto se acabe tendremos ganas de salir o nos apetecerá? ¿Después de una pandemia viene el apocalipsis zombie? ¿Si tuvieras que escoger salvarías a tu pareja o a tu perro? ¿Cuando esto termine viviremos en la mierda, nos convertiremos en hippies felices o al tercer día de libertad nadie se acordará?

 

En fin, como decirlo… espero que este confinamiento refuerce tu pareja o te haga dar cuenta de quién es la persona con la que realmente quieres estar. Espero que lo aproveches para alejar de ti a los que no te aportan nada y te empuje hacia relaciones más fuertes y placenteras. Espero también que todo esto fuera un descuido de un Chino en un laboratorio o por que no? una manera de hacer ver a la tribu extraterrestre que nos observa que el planeta Tierra no es interesante. ESPERO que nadie utilice esta situación para lucrarse a costa de los que lo están pasando mal y SOBRETODO espero que deje de llover.

Vamos, que es muy posible que si de algo puede servir este confinamiento es para sacar a la luz la realidad de las cosas, ¡aprovechalo!

¡Un abrazo!

¡Me queman los pies!

No me gustaría ser una de esas personas que hasta hace poco tenían una cinta de correr, vieron el anuncio de Wallapop y ya sabéis, Si no lo usas… MEEEEEEEC! Quién tuvo, retuvo y ahora se ha demostrado.

Sin cinta, sin pesas, sin bici, ¡NADA! ¿Qué hacemos? Hay que moverse y parece que lo de poner un video de Youtube y hacer deporte en casa… Sin embargo, ¿Quieres ser tú?, ¿Después de no sé cuántos meses de confinamiento saldrás de la cueva con 15 Kilos de más? 

Total,  con tal de evitarlo, en casa (jajaja, ¿Dónde si no?) he adoptado DOS medidas al respecto: Baile y Yoga. Veamos:

Baile:

Lo escogí porque me gusta. Los primeros días no sabía ni por dónde empezar, así que me inventé un juego: ¡Me queman los pies! Es fácil, te pones los cascos con la música a toda castaña, escoges una canción que te guste y el reto es que durante media hora, consigas que los pies toquen el suelo el menos tiempo posible. Con los días, coges el hábito y al final acabas bailando lo que te echen ^^

¿Problema? Mi querido felino no entiende qué pasa. ¿Cómo puede ser que no lo entienda si el primero en vivir confinado es él? Es más, el primero en echarse carreras diarias por toda la casa sin que nadie le diga nada también es él. En cambio, si lo hace el humano… el gato se levanta de su cuarta siesta, viene corriendo, te observa y le ves… lo está flipando. 

Se eriza, se arquea, echa las orejas hacia atrás, TÚ te cortas un poco porque crees que se está asustando y de repente… “lo entiende”, ¡Mamá tiene un ataque epiléptico!

Empieza a ir  de un lado a otro, ¿Qué pasa mamá?! ¿Otro Ataque? Y comienza la gimcana. Tú bailas, él se cruza entre tus piernas, tu corres, él se pone delante… te tropiezas con él, te cagas en todo, pero su amor es más fuerte, te persigue por toda la casa, se te lanza encima por detrás, se te cuelga del pantalón… TE BAJA el pantalón, y yo claro, no soy de cristal, intento demostrarle que todo va bién. Me paro, lo toco un poco, juego con él un minuto y vuelvo a lo mío, pero NO, ¿Sabéis qué es lo único que quiere??

Resulta que el gato se pirra para que ponga música para los dos (sin cascos), le coja en brazos (6 Kilos)  y le de botecitos y vueltas por toda la casa hasta que se cansa. ¡Cuanto más movimiento mejor! Así que cada vez que bailo hasta que no consigue que le coja y le de su meneito de turno, NADA! ¿Qué le vamos a hacer? Es otra forma de hacer brazos.

Yoga: 

Aquí sí, me he apuntado a la corriente: video de Youtube y clases en directo. Te pones la esterilla, conectas el canal, te sientas, cierras los ojos, te guían a través del pensamiento pasajero y… le oyes, se ha despertado de su quinta siesta.

Pequeños golpecitos avanzan hacia a tí. Paran. Abres un ojo y ahí está, mirándote. Le diriges un besito para que sepa que todo va bien. Parece que se percata.

Entonces la clase arranca y empezáis a hacer estiramientos: El niño (Balasana), te tumbas, cabeza empotrada en el suelo, ALGUIEN te huele. Su pequeña nariz te roza los brazos, te aguantas la risa mientras piensas Que mono se asegura que no me he muerto. Déjate, la chica de la pantalla ya ha cambiado de postura y ¡te apresuras! El Perro boca abajo, que se debería llamar el gato que cruza y te arrastra la cola por la cara, (era demasiado largo). El Saludo al Sol, tú te mareas porque has cambiado demasiado rápido de postura, él sabe que tiene rienda suelta para jugar con tu moño. Tú le apartas haciendo equilibrios, él te muerde la mano, no entiende a qué estamos jugando. Se ofende y se va.

Con el yoga lo tengo claro, no está preocupado, viene a joder. Porque cuando consigues hacer la otra mitad de la clase tranquila y finalizais con un poco de meditación, ¿Quién está ahí para embestirte el sobaco y que te un ataque de risa? ¿Quién te clava una uñita en el pie?

¡Mi niño! Con el que bailo y me relajo ^^

Suerte que no tenemos una cinta de correr en casa.

Venga que ya llevamos ¡la mitad de la mitad! Muack!!!

Te faltan… ¿Ideas?

¿Me diras que nos pasamos la vida pidiendo que el mundo pare y el día que lo conseguimos VA y nuestra máxima ilusión es… PONERNOS A LIMPIAR?

¿Y qué hago? 

Diría que no me equivoco si afirmo que la pregunta del millón es esa. Pero seamos sinceros, empezamos esta odisea con una gran lista de propósitos y perdonar, PERDONAR eh, pero desde cuando es un gran propósito…

  • Ordenar los armarios
  • Vaciar la bandeja de entrada
  • Colgar cuadros
  • Limpiar los estantes que no ve ni tu amigo de dos metros. (¡Hola Xaviii!)

¿En serio? Si lo miras des del punto de vista del esfuerzo… vale, pero ¿alguien ha cumplido? Han pasado 6 días ya, eh…

¡Nooooo!!! ¡Claro que no! Eso no apetece NI EN CUARENTENA! ¿En serio no se nos ocurrió ALGO un poquito más motivante?

¿Que dices? ¿Has cumplido? (Un Minuto de silencio para los que limpiaron sin darse cuenta que de aquí un mes habrá que volver a hacerlo). No, no va a venir nadie a visitaros ^^

En fin, tanto si has cumplido como si no, aún faltan muchos días y yo propongo actividades más placenteras, actividades MÁS tú, cosas QUE te molen. Que haces que te han encerrado con tu pareja y aún no has empezado una maratón de SE_O?!

Ahora alguno me va a recordar que vive solo O que por mi parte Andrés se pasa el día trabajando ¬¬’… Vale, ¡pues no sé! Cocina un buen pastelaco, montate la discoteca en casa, un baño relajante, pregúntale como se llama a la vecina que tanto te gusta y nunca habías tenido excusa! ¡Crea un proyecto para poder dejar tu curro de mierda o para sobrevivir cuando te den con el ERTE en la cara! ¡PIENSA! ¡No habrá otro coronavirus el año que viene! ¡Ya han pasado seis dias! ¿Qué te motiva? ¿Escribir? ¿Pintar? ¿Barrer? ¡Actúa! (Y no se vale decir “Salir a correr”) Innova un poquito.

¿Aún no? A ver, si ya te has cansado de comprar papel de baño, de las manualidades o de jugar al veo veo, también puedes…

  • Leer (La que dice todo el mundo)
  • Estudiar (La que dicen y no hacen)
  • Dedicar una canción a alguien en la radio o por youtube (Ahora seguro que la escucha)
  • Jugar a la Play, al parchís, al dominó, al qué sé yo!
  • Hacerle caso a tu mascota (¿Que no tienes? Pues ahora valoraras tener una para el próximo confinamiento, ¡reflexiona!).
  • Escribir una carta a los enfermos aislados (Sí, esta iniciativa existe)
  • Llamar a todos aquellos que siempre piensas y nunca les dedicas el detalle. (Ellos están igual)
  • Cibervermuts con los amigos (De los mejor que hecho estos días)
  • Coser (Perdón, esta iba arriba) Bueno vale, depende de lo que cosas.
  • Si tienes patio o terraza tienes UN MORRO QUE TE LO PISAS. Eres de los estupendos que puede tomar el sol, o hacer ¡lo que sea con las plantas! Y por la noche ¡Observar las estrellas! Por internet hay mapas de las constelaciones y las puedes identificar en el cielo (Me da mucha envidia).

Y si aún no te he convencido tengo una modalidad ECO para ti:

  • R-E-C-I-C-L-A! Es el momento de tomar consciencia y ver lo fácil y importante que es separar. Una vez lo haces te das cuenta del impacto que tiene y de cómo la has estado cagando hasta ahora. Y si aún no te he convencido, ¡Reacciona!, ¡Tendrás varias basuras que ir a tirar!

 

  • Pájaros: Nos comunican desde las ONG dedicadas a nuestros pequeños amigos voladores (en plena época de cría) que también se están viendo afectados por la falta de alimento. Ellos viven de nuestros restos alimenticios en las calles y plazas. ¿Qué puedes hacer tú? Coge cada día un montoncito pequeño de comida y déjasela en la ventana, terraza, patio o jardín. Si eres de los míos (es decir que no tienes ni balcón) aprovecha al tirar la basura para dejar el festín en algún rinconcito ^^. Personalmente, hoy he lanzado trozos de manzana desde la ventana al descampado que hay en frente de casa y ha sido muy bonito ver como venían a por ellos. (Puedes tirar: pera, manzana, pan, semillas… según el pájaro come una cosa u otra).

¡Más! ¡Más! ¿Series? A mi las últimas series que me han gustado son:

  • Sex Education (Netflix) No, no me paso el día pensando en eso.
  • El Mesías (Netflix) Una crítica estupenda a la sociedad y a la esencia humana.
  • Versace (Netflix) Estoy en ello, si te gusta indagar en la mente de los pirados… es de las tuyas.

¿Pelis?

  • Extremadamente cruel malvado y perverso. (Más sobre pirados)
  • Klaus (La peli española nominada a los Oscars) Para toda la família y ¡Muy buena!
  • Isi & Ossi (Pastelaco versión audiovisual, pero me entretuvo)

¿Y qué más? Felicitar desde aquí a todos los que salen por la tele jugando al bingo con los vecinos, haciendo padel de ventana a ventana, masterclass de música, deporte u otros. Si tuviera vecinos lo haría con mucho gusto…

Por último, os dejo una anécdota. Tenía un profesor de inglés (esto es verídico) que un dia nos contó cómo pasar una buena tarde en la cocina. Pasó por alto que éramos chavales de 11 años y nos explicó su experimento: El hombre estando en su casa llenó de agua la pica de los platos, puso dentro vasos y cubiertos, cogió un estante de la nevera (transparente), lo puso encima de la pica, se fumó un porro y se pasó media tarde con la cabeza empotrada en el estante de cristal viendo los cubierto pasar…

Afirmaba contentisimo que es como bucear en casa 😉

No puedo subir más el listón ^^ Así que por favor, espabilar que a este paso se acabara la cuarentena y ni siquiera os habréis duchado. Por favor… ¡ducharos! 

¡Un besito a todos! ¡Portaos bien! ¡Y nada de pasear el radiador!

Ah, y por cierto, no he hablado de hacer deporte en casa… viene intenso en el próximo capítulo, muack!

P.D.: Dedico este capítulo a mi padre que por primera vez en la vida no lo he visto en su dia 😦 ¡Papa eres un referente!, ¡Te quiero mucho!

 

¡He vuelto!

Si señor@s, han pasado CASI cinco años, he cambiado de piso, de trabajo, de objetivos y como, no? Me he casado, ¡Ya no vivo sola! P-E-E-E-E-R-O no es todo tan bonito ya que una de esas personas a las que dedicais aplausos cada noche es mi marido y con todo este follón, mientras él muere de agobio y sobrecarga (y sale cada día) yo… pues supongo que como tú 😉

¿Y que por qué estoy aquí de nuevo? 

Pues la verdad, lo había pensado muchas veces, pero como casi todos no disponía del tiempo. Sin embargo, ayer mientras hacía un bizcocho (Actividad extraescolar nacional este finde) pensé… CALLA! De alguna manera volvemos a estar SOLOS EN CASA, y ahora PRINGAMOS TODOS! Así que otra vez la vida nos pone ante la necesidad de un objetivo y un refugio, escribir para no ahogarnos en el intento y escribir para ofrecer un poquiiito de compañía en estos días, aparentemente fríos.

¿Por dónde empezar?

Si! Empezaré por el origen, remontando a aquellos días de Enero de 2020 en los que informaban que en China moría gente a centenares por una especie de gripe salida de un bicho en un mercado húmedo o no sé QUÉ CARAJO que aún no sabemos. Sí! Empezaría por aquí. Esos días en los que le decía a mi marido, Una cuarentena es una cuarentena y no el cachondeo esto de yo me salgo que soy Irlandés, yo tambien que soy futbolista… BLA BLA, esto no servirá de nada!!

Aquí Andrés, MI MARIDO, ni me daba ni me quitaba razón, sólo trataba de quitar paja al asunto mientras yo seguía pregonando ¡Como esta gente no lo haga bien esto va a llegar hasta aquí! ¡Verás tu! Pobre Andrés, el mismo que ahora no vuelve por exceso de trabajo (o por no darme la razón ^^) respondía ¡Que va! ¡Eso está muu lejos! (Un minuto de silencio para él y todos los que quitaron paja al asunto).

¡En fin! No se lo tengo en cuenta, digamos que no soy hipocondríaca pero me acerco. Ante cualquier cosa, yo, por si acaso, me pongo en alerta. Y para mi cualquier cosa puede ser un pinchazo leve, un bichito, un ruido desconocido o una pandemia. Él se ha acostumbrado a hacer ver que no pasa nada, pase o no pase, pero es que estábamos ante BICHITO + PANDEMIA + MUERTE = a “¿QUEDARÁ PAPEL EN EL SUPER?” Hola????????!!!

¡Nada nuevo! Luego la cosa, como dirían en el cole, progresó adecuadamente. El famoso Covid 19 avanzó como la pólvora de un país a otro: Japón, Corea, Irán, Italia… I-T-A-L-I-A.

¡Cuki! Esto ya está en Italia, ¡eh! ¡Nos pilla! Esto está aquí, ¡Iré a comprar algo! NO tengo miedo a morir, TENGO miedo a quedarme sin comida!!! Lo dije tal cual, no es exageración. Y hay que decir que Andrés al oír Italia se quedó un momento en suspense, sin embargo, luego soltó Que nooooooooo, que no pasa naaada… Y no hace falta que cuente más, ¿no?

Tuve suerte e hice la compra online justo antes que la gente despertara. Igualmente añadir que si piensas des del punto de vista del contagio por contacto matarse por el papel higiénico en un super repleto de gente quizás no era lo más óptimo. Personalmente, conozco mis límites y prefiero quedarme con el brócoli chungo (no digo para qué) a luchar con la señora que piensa que el papel salvará la vida de sus hijos, claramente está mucho más motivada que yo.

TOTAL, sea como sea hoy 17 de Marzo del 2020 ya no podemos salir de casa para pasear, correr o hacer el café. Y por ello y porque me retumba en la cabeza todas las veces que Andy me ha recordado que si no salgo se me agria el carácter, ahora que no puedo hacerlo ¡vuelvo! y lo haré, ¡Hasta que el cuerpo aguante!

 

Intentaré escribiros a menudo para que juntos hagamos un diario de cómo llevamos esta guerra (que aún no tengo claro si es contra el virus, contra el sistema, contra uno mismo o contra la família), el tema es superarla y ¡Con muchas ganas! Podéis preguntar, podéis pedir que hable de temas que os interesen, ¡podéis aportar lo que queráis! ¡Un Abrazo y feliz confinamiento!

Y por cierto, no os perdáis el próximo capítulo “¡Me queman los pies!”

¡YO ME QUEDO EN CASA! (porque toca, porque me obligan, por mis abuelos, por las plantas…por…en casa, muack! 😉

En fin…

A ver… ¿Cómo os lo cuento?

Hace poco más de un año dejé atrás 26 de convivencia con mis padres, para empezar algo que nunca hubiera imaginado. Vivir sola y descubrir otros aspectos de la vida.

Ese cambio fué el principio de un gran cambio. Un traspaso de étapa que he vivido durante todo este último año, en el que he notado como me convertía en un Yo más maduro, tanto a nivel psíquico como a nivel  emocional o incluso físico. Y con esta frase no me quiero hacer la guai, sólo digo de una manera muy sútil que he empezado a notar como mi cuerpo ya no es el que era, que mis ideas han cambiado y que sorprendéntemente ¡Mis gustos también!

La verdad, no os mentiré y menos a vosotros que lo habéis leído en más de una ocasión. Me encuentro ante un extraño sentimiento. No ha sido el mejor año de mi vida, pero sé que ha sido un año crucial en ella y mucho me temo, que por la fuerza de todo lo que ha ocurrido, que puede llegar a ser recordado como uno de los buenos.
Como ya he dicho muchas veces, aprender a vivir solo, es un proceso que requiere de cierto tiempo. A veces, es duro y acostumbrarse es dificil pero llega un dia que empiezas a llevarlo bién y al final te das cuenta que ahora eres otro tú + fuerte + seguro y + libre.

Lectores míos. Tal y como dije en los primeros capítulos de este blog, lo empecé a escribir porque cuando yo busqué uno con esta temática, no lo encontré. Es más, en los que encontraba sólo había dos entradas y luego sus autores desaparecían y entonces me propuse escribir un blog dónde contar este tipo de experiencia durante mínimo un año. Mi blog sería un objetivo y un refugio a la vez, cuando las temidas horas invisibles me intentaran abrazar demasiado fuerte.

Estoy muy orgullosa de haberlo conseguido, de haber escrito 29 entradas y de haber recibido 76.475 visitas hasta el momento desde 53 paises distintos. Me encanta saber que hay gente tan lejos que lo lee. Estoy contenta de que esteis ahí y de saber que a alguno le ha servido de algo leerme. A mi me ha ayudado mucho escribirlo.

P-E-E-E-E-E-R-O. . .

No hay peros que valgan. No es esto una simple y llana despedida porque yo no quiero desaparecer sin más. Sin embargo si, una especie de… momento de suspense.

Un blog puede tomarse un respiro o terminarse por muchas cosas: falta de tiempo, de ganas, por haber cumplido el objetivo, por no saber que más contar, por causas de fuerza mayor… lo que sea.

En este caso, no se me han acabado las ganas de escribiros, aunque a veces me falta el tiempo sino que quiero dejar de escribirlo asiduamente porque creo que ya he conseguido contar como es la experiencia (era el objetivo) y pienso que si sigo contándo esto se convertira en una transcripción literal de mi vida, dejando atrás el objetivo. Quiero que quien llegue aquí buscando como es la experiencia encuentre tal cual lo que necesita. Así que sólo volveré para escribiros más si…

A) Teneis alguna pregunta/duda/o queréis que cuente algo que os pueda ayudar sobre este tipo de experiencia o,

B) Se me ocurre algún capítulo nuevo que os pueda interesar sobre el tema.

Llegados a este punto, repetir que no es una despedida y comentaros que en breves empezaré otro blog con una temática MUY distinta (No, no se llamara vivir en pareja vivir vestido, aunque para muchos sea una realidad ;)).Si todo va bién será un recopilatorio de historias con principios muy prometedores y sin grandes finales.

¿Y esto por que? Porque quiero darle un homenaje a todas aquellas personas que han pasado por nuestras vidas, les han dado un toque de alegría, de luz, una lección o simplemente un día distinto y luego se perdieron por el mundo. Aquellas historias que pocas veces se vuelven a recordar o comentar pero que también forman parte de nuestra vida. Os dejaré un link cuando lo estrene.

Si no os interesa no hay problema, no estabáis aquí para eso.

Y sobretodo, muchas muchisimas gracias por estas ahí espero volver pronto y tanto si lo hago como si no que consigais una independencia digna de envidiar! Un abrazo a todos!

Las horas invisibles

Cuando llevaba unos 8 meses viviendo sola, una tarde, quedé con un amigo para hacer un café. Era alguien que lo había vivido en sus propias carnes durante mucho tiempo.

Merendamos, nos contamos las últimas anécdotas de nuestras vidas y pasado un buen rato, como si hubiera estado esperando el momento oportuno, me preguntó «Bueno, ¿que? ¿Y te caes bien?»

  • Andrea: ¿Perdona?

  • Amigo: Si… Ya sabes, ahora has pasado muchas horas sola y has conseguido conocerte, entonces… mi pregunta es ¿Te caes bien?, ¿Te gusta lo que has visto?, ¿Eres la persona que querías ser?

Supongo que puse una cara similar a la de quién se queda en blanco en un examen y él me acabó confesando su historia a modo de ejemplo. En pocas palabras, me dijo que a él no le gustó lo que vio de si mismo, pero que por suerte había podido cambiar algunas cosas.

Sabía a qué se refería, pero no le expresé muy bien que sentía yo. Quizás él entendía de sobras lo que le dejaba ver entre líneas, lo que realmente pensaba y ahora quiero contaros a que se refería.

Mucha gente te preguntará como es vivir solo y como lo llevas. Acojonante (con perdón) el número de personas que te dice «Yo no podría». Sólo hay un tipo de personas que te preguntan «¿Como lo llevas?» mirándote fijamente a los ojos en un tono indescriptible entre preocupado, tierno y nostálgico que te desnuda la mirada al momento.

Podría definir como precioso el vínculo que se forma entre vosotros durante un instante. Son aquellas personas que también han vivido lo que yo llamo las horas invisibles.

(…)

Cuando uno esta vive solo es cuando se pregunta que utilidad tiene su existencia. Si todo lo que haces no lo ve ni lo sabe nadie, ¿Para que sirve?

Seguramente, alguien que tampoco tenía la explicación fue quién se inventó aquella frase tan cargada de significado «Compartir es vivir».

Es bonita y a medias veraz. Lo que pasa es que tenemos la sensación que al compartir nuestras experiencias es cuando estas pasan a ser reales. Esto es porque cada vez que vivimos junto alguien cualquier cosa esta tiene un impacto en nuestro entorno y en detonante…unas consecuencias. ¿Pero que pasa con lo que no has compartido?

Diez meses más tarde de instalarme aquí empecé a notar que ya era parte de este paisaje. Poco a poco mi imagen y mi carácter han ido dejando huella y ya no soy una desconocida. La gente de las tiendecitas de abajo me saluda al pasar, los vecinos me sonríen, la del pan me dice «¿Lo de siempre?»… Ya soy una más de este entorno.

Sin embargo, al margen de todo aquello que he compartido con este paisaje tengo que decir que a veces me parece mentira que lo haya logrado. Todas esas horas que he pasado SOLA… cocinando, escribiendo, limpiando, mirando películas, arreglándome, cuidando las plantas, ordenando, bailando… parecen irreales. Me da la impresión que todo ha sido parte de un sueño o de mi imaginación.

No hay nadie que las pueda corroborar. Todo podría haber sido distinto, incluso no haber existido y no habría testigos donde agarrarse. Casi se podría decir que vuestra lectura es lo que contribuye a hacerlo real.

El tema esta en que aunque no hubiera nadie, aunque esos momentos no se hayan compartido, hay que matizar que es durante esas horas (invisibles para los demás) cuando asoma tu más estricta esencia. Tu personalidad. Tú decides que hacer y tú ves como te impactan y te cambian tus propios actos. Es como si un escultor se esculpiera a si mismo.

Me explico. Cuando uno vive en compañía, convive, pone en consonancia sus manías con las de los demás, pacta, negocia, y en parte, sacrifica un trozo de su manera de ser y de su espacio para dárselo al otro. Mientras que vivir solo es ver lo peor y lo mejor de ti mismo, perdonarte y exigirte, intentando moldearte para que lo peor aminore. Es conseguir poder vivir contigo mismo sin acabar volviéndose loco.

Me gustaría que todos aquellos que tienen tan claro que ellos no podrían hacerlo se paren a pensar por que. Es importante. Tienes que saber quién eres, tus puntos débiles y sobretodo tienes que ser capaz de encontrar la voluntad y la fuerza de acallarlos o cambiarlos. Vivir solo es conseguir el equilibrio entre descontrol y autocontrol.

Fíjate que la gente que ha vivido sola suele contestar «Es difícil al principio pero luego bien», es así.

Podría definir como precioso el vínculo momentáneo que se forma entre dos personas que saben de qué hablan, cuando los demás no.

Capítulo 22: 16 tipos de visitas

Aún recuerdo cuando mi madre limpiaba hasta los rincones más inaccesibles del piso porque venían mis abuelos a comer. Mi padre y yo nos cachondeábamos «¿En que momento crees que la abuela mirara el armario de la galería?, ¿Antes o después de los postres?» «¿Para que pasas un trapo por esas estanterías si la abuela no les llega ni a la mitad?

Con los años, empiezas a ver como los anuncios de productos de limpieza hablan de la situación «¡Corre corre, limpia las mamparas de la ducha que viene mi madre!». Entre estos y que empiezas a conocer a tu madre sospechas que el día de mañana acabarás igual.

Este es un post dedicado a los 16 tipos de visitas que uno recibe cuando vive solo (Seguramente si vives acompañado también):

  • El del Gas: Un día te encontraras un papelillo en tu puerta o en tu buzón diciendo «tal día a tal hora le vendremos a revisar la instalación del gas». Les importa un pimiento si trabajas, así que te las apañaras para recibirles y te lo pagarán diciendo que tienes un defecto «leve» y que si no lo arreglas te dejaran sin suministro. Corres y hablas con la inmobiliaria, el propietario, el «señor que lo arregla», la vecina y en definitiva con quien haga falta para que después no comprueben si lo arreglaste.
  • El falso del Gas: Dícese de un idiota que te intenta timar. No es de tu compañía, quiere que le enseñen las facturas y que le firmen cosas. Mándalo a la mierda y cierra la puerta. Si quieres hacerte el alternativo (felicidades) adelante, pero entérate bien de que estás firmando.
  • Tus padres: Es como pasar una y otra vez el examen del carnet de conducir. ¿Lo encontraran todo bien?, ¿Se fijaran en las servilletas?, ¿Que les hago de comer que no sea preparado ni tan elaborado que me de un ictus si algo falla?, ¿Repaso el armario de la galería? (Que suerte no tener galería). Yo sólo sé que cada vez que veo el piso un poco desmadrado, les invito a comer porque al momento me da por limpiarlo todo. Total… después tampoco es tan grave.
  • Los amigos: Si hay algo agradecido de invitar y recibir son tus amigos. A pesar de que intentes tener el piso decente para todo el que venga son aquellos que sabes que no te juzgan, que luego te ayudan a limpiar (o no) pero como mínimo se ofrecen y con los que realmente disfrutas la visita con tranquilidad.
  • Las parejas de tu edad: Te hace mucha il·lusión recibirles y tenerles en tu casa. Saber de ellos y pasar un buen rato. Sin embargo, es difícil no sentirte candelabro en tu propio piso en algún momento de la cena. Lo siento, es así.
  • El septuagésimo amor de tu vida: véase tu rollete actual. Sus visitas se convierten en una especie de mezcla entre las de tus padres y las de tus amigos ya que limpias el piso más que con tus amigos y menos que con tus padres pero también hay que tener en cuenta que te lo puedes pasar mejor que con tus amigos o peor que con tus padres. Depende de como esté el tema.
  • La palabra de Dios: ¿Por qué SIEMPRE llaman cuando aún estoy durmiendo?, ¡¿No ven que yo ya me estaba comunicando con Dios?!
  • La víctima: véase esa persona amigo o familiar que se acaba de pelear con alguien (pareja, amigo o familiar) y viene llorando a tu morada. ¿Por qué? Porqué si vives solo creen que estarás por ellos y no habrá nadie más que haga incómoda la situación. El único problema de las víctimas es que asumen que estarás de su parte. Eso, si no ha llegado el otro antes y acaban montando un sálvame de luxe en tu comedor.
  • La adorable: Esta es de mis favoritas. Cuando vienen los niños de la finca de al lado porqué se les ha colado la pelota. Su vocecilla por el interfono es matadora. «Se nos ha colado la pelota, ¿Puede abrirnos, por favor» Monisimos.
  • El inoportuno: Se trata de aquella persona que nunca te va bien que te visite. A aquella que le dices «¡Si, si, un día quedamos y te lo enseño!» Y sabes que eso no pasará. Puede ser cualquiera: un ex, un amigo que no se ha dado cuenta que ya no lo sois, un pesado, alguno de tus familiares… Que no te da la gana, que no quieres que venga, ¡Fuera!
  • La platónica: Esta podría ser aquella para la que siempre estarías preparada. Ejemplos de este tipo de visita serían… el vecino guapo que viene a pedir sal en paños menores, o tu mejor amiga que pasa sólo para charlar un rato. Son aquellas visitas que te da igual cuando sean, no piensas en ellas ni las preparas, pero siempre estas dispuesta a recibirlas.
  • La visita de tu vida: La visita de tú vida es aquella visita que siempre esperas y quizás no hayas invitado nunca. Se trata de alguien que tu sabes que si un día llama a la puerta, pararás tu mundo para recibir a esa persona. Puede tratarse de mucha gente, des del hermano con el que no te hablas a el amor de ese verano. Incluso, un ex con el que la cosa quedó en el aire o un primo al que hace demasiado que no ves. La visita de tu vida te la hará alguien realmente especial para ti.
  • El amigo de: Un caso extraño y en cambio, habitual es el de aquella persona que viene porque es amigo de un amigo tuyo y estaba «colgado y sin plan». Entonces tu amigo te dice «¿Se puede venir fulano?» Tu no le hubieras invitado, tampoco tienes ganas de frustrar a tu amigo… y mira, ahí está, cenando con vosotros en tu casa.
  • Tu pareja: Si tienes pareja estable y vives solo cada vez que te visita tienes el riesgo de acabar siendo invadido. Cometarios como «Me dejas un cajón para mis cosas» o «Oye porqué no quitamos ese cuadro y colgamos una foto nuestra» están a punto de llegar a tu vida.
  • Tu vecino: Tu vecino.

Hay que mencionar para los principiantes, que casi todas las primeras visitas parecen un examen. No sabes hasta que punto tienes que limpiar y/o arreglarte tú mismo en tu propia casa aunque con el tiempo le coges soltura al tema y las disfrutas más.

También es verdad que a veces te lo pasas mejor con tus padres de lo que esperabas. O que te puedes fustrar muchísimo cuando después de meses aparece tu hermano y en lugar de venir a hacer las paces viene a recriminarte algo…

Personalmente, me encanta recibir una visitilla de vez en cuando. Y aunque es verdad que prefieres que te avisen, una sorpresilla a veces da vida. A menudo no pregunto quién es en el interfono porqué (A) A veces no va y (B) Puedo pensar durante 30 segundos que se trata de alguien por quién pararía mi vida.

Capítulo 21: Del verano que se fué

Como si de un tsunami se tratara un ambiente tórrido rozando los 40º ha azotado la ciudad.

Vuelvo de comer en casa de mis padres bajo un Sol digno de eurovisión. Ansío llegar. Estoy a punto de evaporarme y no tengo ganas de morir desmayada en el asfalto ardiente. Me queda poquito. Ya casi estoy. Abro la puerta del bloque y entro en el hall oscuro con la misma cara de ilusión que un runner amateur en su primera maratón. Bueno, ellos dicen que era de ilusión, suele parecer más bién de desnutrición. Mi ventilador me espera.

Últimamente, me paso los días serpenteando en frente de ese aparato. Un trasto mucho más grande de lo habitual, capaz de crear huracanes. No pensé al comprarlo que sólo podría usar la primera marcha en mi pequeño palacete. Para que lo entendais hay que puntualizar que con la segunda parece un avión a punto de despegar y si te arriesgas con la tercera (tenía que hacerlo) se le empiezan a caer los botones y entre que los cojes y consigues volver a ponerlos sufres un poco (Alta calidad).

Victoria llama.

  • Victoria: ¿Qué tal? ¿Cómo lo llevas?
  • Andrea: Fff… dicen que vamos por la tercera ola de calor, pero la verdad, es dificil recordar algo que pasó antes de que mi cerebro se convirtiera en gazpacho de setas caliente.
  • Victoria: ¿Te vienes a Valencia con Jana?

(…)

Desaparecí. De la piscina a la playa, de la playa a la siesta, de la siesta al chiringuito, del chiringuito a la disco, de la disco a la playa, de la playa a la cama y vuelta a empezar. Quinze maravillosos días practicando el famoso «Fiesta siesta fiesta siesta» que lamentablemente terminaron. Un día u otro tenía que pasar.

(…)

Con la bajada de temperaturas vuelvo a casa plagada de trastos. Una sale con la ropa ordenada y vuelve con todo hecho una bola y lleno de arena.

El piso esta tal cual lo dejé, impoluto. Aunque a los dos minutos ya parece que haya abierto el ventilador. Maleta de par en par, ropa sucia por un lado, a media doblar por el otro, el bikini aún mojado colgado por ahí, las chanclas asqueadas en el balcón…

Me empieza a preocupar saber qué comeré ya que dejé la nevera arrassada. La abro. Me adoro a mi misma por haber olvidado un yogurt y un huevo en ella y me imagino al día siguiente derrochando en el super como si se acercara el apocalípsis. Estoy contenta.

Entonces salgo de mi enagenación mental y recuerdo no haber mirado el buzón al llegar por lo que me dispongo a bajar un momento a buscar las facturas acumuladas (Si, no suele haber más que eso).

Bajo. Ahi está. Sólo una. Mira, mejor. La cojo, cierro el buzón y de pronto me fijo en un detalle. Es como si ya lo hubiera visto al entrar la primera vez pero no le hubiera prestado importancia. El nombre de Toni ya no esta en el 3º 2ª.

Un trocito de la etiqueta arrancada es lo único que queda de «¡Oh!, una mujer». Me sabe mal que se haya ido, a los vecinos se les acaba cogiendo cierto cariño.

¿Dónde estará? Empiezo a preguntarme cuando descubro que su buzón esta abierto. No lo abro, eso no se hace. (Silencio de duda) Pero si lo hubiera hecho, me hubiera encontrado con un folio a medio doblar con una especie de poema o confesión, como una carta de amor con resquemor sin sobre ni nada que dice…

«Te espero.

Cada noche cuando acabo con todo, me tumbo, cierro la luz y te espero. Me quedo unos minutos divagando entre mi presente y mi futuro. Me duermo.

Te espero con ilusión y con miedo. La ilusión de saber que un día podrías estar a mi lado cuando cierre la luz. El miedo de que un dia cierre la luz y quien esté a mi lado no seas tú.

Te quiero y te espero.

A veces cuando te recuerdo sonrio. Sin embargo, si te recuerdo demasiado me enfado. Entonces te alejo con un pensamiento hasta que me sorprendes de nuevo.

Cada noche cuando acabo con todo, me tumbo, cierro la luz y a oscuras, deseo. Deseo que un día vuelvas y mi primera impresión al verte no sea enfadarme. Enfadarme porque tanta espera me haya cambiado y ya no te quiera.

A veces… cuando cierro la luz… te espero.»

Sin firmar.

Siento una sensación intensa. Me parece increíble tirando a estupendo que Toni haya recibido esas palabras. Aunque no sé si forman parte del motivo que lo hizo marchar o si llegaron después. Me imagino que lo leyó. Mejor así. Sin embargo, no lo abrí el buzón y nunca vi esa carta. El silencio del Hall me ayuda a escudriñarme de nuevo hacía mi piso.

Entro en casa con la duda. No sé si os pasa a vosotros. A veces se producen enigmas en tu vida que sabes que nunca descubrirás o que ni siquiera te apetece resolver. Por ejemplo, un día perdí un pañuelo amarillo que sólo me había puesto dos días y cuando me di cuenta pensé «Vaya por Diós, espero que quien se lo encuentre haya sido de su agrado».

En cambio. Hay enigmas que no sabes cuándo pero quieres y tienes la certeza de que un día sabrás que pasó. Como por ejemplo con mi jersey de rayas:

Hace cinco años perdí un jersey que utilizaba como chaqueta. Desapareció sin más. Me pregunté mil veces dónde había ido a parar, en qué bar me lo habría olvidado. Lo busqué sin resultado y me tocó la moral porqué me gustaba mucho. De algún modo sabía que lo encontraría. Lo que no me esperaba era que dos días antes de nuestras vacaciones, Jana, se lo encontrara en el fondo del armario de lo que había sido casa de su madre ^^ ¡5 AÑOS DESPUÉS! Nos tiramos media hora riéndonos e inventando teorías de cómo habría llegado hasta allí.

En fin, sé que algún día sabré que pasó con Toni. Espero que esté bién y le deseo lo mejor. Mientras tanto me toca poner un par de lavadoras preguntándome, quién ocupará ese piso. Septiembre, aunque sea un mes desolador, siempre trae novedades.